A veces no encuentro las palabras,
me gustaría esconderme entre las sílabas de quien sonríe todos los días
sin distraerme con la saliva que le hace cosquillas a los dientes.
Soy como las mariposas que viven un solo día y regalan sus minutos al aire
liviana al fluir
y libre de conocer sin querer
con la suavidad de un labio mudo
y el sabor de una mora madura.
Leo las paredes pintadas con uñas rotas;
el discurso sin elección
crudo
con
tu mirada distraída
las calles duermen
mientras
las macetas rojas juntan la miseria
para que después tires la pelusa de tu ombligo
y te olvides
que los grillos tienen música
y que
yo también
escribo en pedacitos de papel
o en el anotador con espirales que me regalaron
aunque
el cuaderno siempre esté en el bolso como
sabes
con las servilletas es distinto porque
las regalo o las pierdo
con las ideas pasa lo mismo
van y vienen
la imaginación no
estalla y desgarra
es
una marca de agua
transparente
como quien dice:
el serpenteo
de
el viento es como una nota pedal
y el canto de los pájaros
su melodía principal.
No creo en el destino,
prefiero la casualidad o el azar
de encontrar
té
(en la alacena)
1 comentario:
La casualidad o el azar supongo que serán parte del destino
yo nunca llevo el cuaderno en la mochila, yo escribo en los cuadernos chicos, como los que usabamos en la primaria, hojas lisas, ma´bien.
Escribo con lápiz.
y me gutsa mucho el té
y Amelia y puppé no entienden que la chocolino es mucho más rico que el nesquik
Tenemos que ya (?) organizar lo del corto con los cinco personajes.
Empieza el casting
salúd
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