Opuestos
El crepúsculo se abre paso y late en el asfalto. La luz penetra mis retinas. Arrastro los pies y las manos me pesan. Me tuerzo y la cabeza toca el piso. Siento el pulso. Padezco el encuentro de un negativo y un positivo. La unión hace que recupere el verticalismo. Y ahí quedo… invertida.
2 comentarios:
con la sangre en la cabeza
que placer
es como una danza, hasta alcanzar esa permanencia de lo invertido
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