transferir
la peste
ignota
que quema
el interior
ávido
expectante
sus manos
ignífugas
mis manos como
antorchas
que incendian
mi esófago
arde
las llamas
envuelven
y vuelven a
salir
inhóspitamente
a través
de
mi piel
tironeada
los
buitres
hambrientos
me comen
degluten
cada trocito
de mí
mi antes ser
2 comentarios:
no te vi, es cierto, pero que placer poder leerte. gracias.
pasa por mi casa cuando quieras:
http://www.locosporlapoesia.blogspot.com/
juank
Me gustó...
Beso.
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