miércoles

Estratagema

"...en todo caso, había un solo túnel,
oscuro y solitario: el mío."
("El túnel" - E. Sabato)

Caminé cinco pasos y la vi estirada sobre el piso. Supe que ya la conocía pero, por primera vez, me detuve a observarla. Tuve miedo de lo que no vi. Quise deshacerme de ella y me amputé los pies. Caí de frente, llorando de dolor. Seguía perpetua y conquistadora abajo mío. Gritando, me arrastré para extirparla. No paré hasta arrancarme la piel. Materialmente estaba desintegrada y ya no sufría. Le pegué con los puños resecos mientras me estallaba la garganta. Aún estaba lejos. Con el último impulso nervioso me arranqué una costilla y se la atravesé en el estómago. La dejé sin aire y me di vuelta con la desidia agravada. Había logrado mi objetivo y me creía libre. Tristemente, ella notó que no era así.
Sentí un pinchazo mortal, salvaje y cruel. Cuando entreabrí los ojos pude verla encima de mí. Cerca como nunca antes. Compartiendo el hueso que nos aniquiló.

domingo

Uno entre tantos

llegó él
momento
que habría de
acontecer
el árbol quiere
ser
semilla
- volver a hacer-
un embrión
sediento
de vida
temeroso débil
y sin exterior
pequeñito
impulsando para
salir del
cascarón
duro
ya creció
no puede
volver puede
a desear
mientras
la culpa
lo abruma
(¿por qué?)
porquería ha de
sentirse
impuro
como el hombre
adulto
como uno más

Manos

transferir
la peste
ignota
que quema
el interior
ávido
expectante
sus manos
ignífugas
mis manos como
antorchas
que incendian
mi esófago
arde
las llamas
envuelven
y vuelven a
salir
inhóspitamente
a través
de
mi piel
tironeada
los
buitres
hambrientos
me comen
degluten
cada trocito
de mí
mi antes ser

miércoles

Transmisión

sin miedos
un té de
sentimientos un
te extraño y

así
disuelvo tu
hiel
¿y él?
no existe
no
es él
reloj controlador
transformador
de
nubes y
estrellas
hay
ahí, ¡ay!
sonreís y
te regalo mis
ojos no
quiero ver más
el todo con
tu luz
conocí
pero una soy
soy una
pregunta abstracta
no dicha
un
por qué
en el mundo en
donde nadie es
nadie escucha
el silencio
comunicación
sensorial y
pensarla
la manera
la forma
parte
de esperarte
aprender a
decir es
crecer
y escribirlo
en
el cielo
es un afiche
para ser
leído
quiero
deseo que
caigas de espalda
siempre
hacia arriba
las letras están
para ser
libres
leídas no están
pero están
todavía

domingo

Miserias

alejarse
de la basura
lo momentáneo
efímero
vacío
computadora
celular
(¡mueran malditos!)
reencontrarse sin
artefactos que son
no son sino que
están
ya no
de frente
sin maquillaje sin
letargos
añorados
sano escape
mental
ella y yo y él
yo
y él
y ella
ahí
omnipresente
la miro fijo
a ella
no le importa es
ella es ella es
la no-cordura la
poca locura
y
acabar
no puedo
el pomelo

La parte esencial

Él tocó mis rodillas puntiagudas.
Estaba acostada en el sofá, temblando aunque la atmósfera era tropical.
Hasta ahí, había sido estatua y blanca pero sus manos, frescas acuarelas, me pintaron. Su índice se columpiaba sobre mi epidermis mientras que un espiral era perfecto para evitar la monotonía. Todo era tan dulce que tenía la sensación de que una procesión de hormigas me recorría en busca de miel. Me generaban cierto escalofrío y cuando me disponía a quitarlas, nuestras manos se entrelazaban y olvidaba la inquietud.
“Para encontrar a la verdadera persona tendrás que ir a las raíces.”

Él gravitaba y yo era tierra...